Por Alexa Nicole

Por Alexa Nicole

Mientras me devano los sesos por pulir verbo, sujeto y complemento para construir frases tan limpias como pan y justicia, una niña con su incierta grafía de apenas ocho años grita sobre el papel todo el amor que en su pecho le cabe por una vida junto a su hermana menor: «Quiero que te sanes, terruño chiquito». A Laura no le preocupa que su hermanita Alexa no sepa descifrar los códigos con los que graficó su grito. Ninguna de las dos sabe qué es un neuroblastoma. Sienten que tienen derecho a vivir, y por ello luchan todos y cada uno de los días.
Mientras elucubro sobre la profundidad y el valor de uso del poema en el mercado, o el interés que despiertan las enormes cucarachas de Madagascar, botón para lucirse sobre el seno en una blusa cara, Alexa libra una encarnizada batalla contra un tumor maligno que se aloja en sus intestinos. Es tan grande el tumor y tan pequeño el cuerpecito de la niña que, como destaca la doctora Ofelia Álvarez, del Hospital Infantil Holtz, hay que reducirlo mediante la aplicación de quimioterapia. El tratamiento asciende a la suma de 120 mil dólares.
Alexa Nicole Durán, de casi tres meses de edad, hija de una familia dominicana de medianos ingresos, no cuenta más que con sus redondos y luminosos ojos, el cariño de su hermana y sus padres, y la solidaridad de seres sensibles que, a la fecha, han logrado reunir más de 85 mil dólares para el costoso tratamiento. Pero faltan todavía muchos otros dólares por recaudar. «Mi hija tiene las posibilidades de vivir, un dólar hace la diferencia», sostiene Johanny Domínguez, endosando la campaña que desarrolla la Fundación Internacional de Niños (IKF) para reunir los fondos con los que intentar salvar a Alexa Nicole.
Mientras al otro lado de la ventana una paloma arrulla a sus pichones, y no encuentro las palabras para decirle a Laura que me uno a su cruzada por la salud de su hermanita Alexa, afilo el lápiz para invitar a quienes deseen enviar un cheque o giro postal a nombre de Jackson Memorial Fundation. RE: Alexa Durán. PO Box 0122297. Miami, Fl 33101. O llamar al 1 (877) 453- 5437 o ingresar al sitio de Internet www.jmf.org .
Poco menos que una pedrada en el alma es el poema, y su profundidad no salva a nadie si no se unta de sed o de deseo de vivir.

Sabado 1 de mayo del 2004 El Caribe