Textos Destetados A Destiempo Con Sabor De Tiempo Y De Canción

SANTO DOMINGO, DN.- El volumen agrupa varias secciones: De versos y otros atrevimientos, Cartas sin fin pero con destino, Papeles in(diarios)conexos, En los velorios no los cuentan así, Sabor de tiempo y de Canción, Póslogo y otras groserías y Vidbliografìa. Desde el título con su juego de palabras al póslogo, verdadera presentación de datos personales, nos hallamos ante una poesía que en su afán de definirse, rehuir la formalidad e intentar la comunicación directa no vacila en incorporar toda clase de elementos, ya sea prosa, rasgos comunes y cotidianos, lenguaje oral o transcripción del habla corriente –Puro aguaje, compás!-, slogans y siglas –canción biónica.

En Raíces con dos comienzos y un final (1977), Rene Rodríguez Soriano no había tratado aún tan expresamente la irreverencia y el ataque. “Cantemos”, “Desde la vida” podrían verse continuados en la temática amorosa de Sabor de tiempo y de canción del último libro. No obstante, la reiteración de ciertos temas del primer poemario-violación o entrega de la mujer al guardia, prostitución, tierra parcelada, pueblo visto como:

mildoscientostantos metros
sobre el nivel del mar
ochocientos reclutas
noventa putas
cuarenta prostitutas
tres adulones
y un síndico

parecen exacerbarse e una visión general de conjunto mas elaborada en la actualidad. mas que poesía social, para nosotros, la nota radica en la iracundia, cierta búsqueda que fluctúa entre el uso de palabras superpuestas, giros orales, en algunas oportunidades la ironía –La electrificante y estúpida historia de un país saúrico apagado- o la prosa no siempre ágil o con un claro propósito de revelación o rebelión, así Razón de la sinrazón o los fragmentos de un diario. No ocurre esto con dos trabajos que resaltan en el conjunto: “Volabas alto, Olegario” y “Tú, tan siempre caballero, abuelo”.

Rene Rodríguez Soriano en plena ebullición pasa de abril a acrósticos, burlas a la televisión o a la insulsez discografiada, a las agruras reformadas de una tierra virgen en donde el sarcasmo cierra la posdata y el tono zumbón y cómico de las historias como la del hombre próspero programada o la del planeta lejano. En un autor tan joven y con diversas líneas temáticas y formales, no puede predecirse su evolución, si bien la irreverencia mas que la jocunda se esbozan como constantes. Una mayor rigurosidad selectiva eliminaría quizá la sensación lúdica, de rejuego demostrativo.

MARIA DEL C. PROSDOCIMI, CRÍTICA LITERARIA. (Suplemento sabatino de El Caribe, 15 de noviembre de 1980, RD)