Parada En Moca

MOCA, RD.- En la última parada de su tour literario, René Rodríguez Soriano y Ramón Tejada Holguín llegaron a Moca. Desde diciembre de 1993, cuando lanzaron su cuentario Probablemente es virgen, todavía, andan de una ciudad a otro pueblo presentando el libro, recibiendo felicidades, preguntas e indiferencias. Nueva York, Santo Domingo, Azua, Baní, La Vega, Constanza y, tras un largo interludio electoral, Moca.

El objetivo de la gira, no siempre bien logrado, es acercar las letras a los escritores e interesados de provincias, intercambiar con ellos de un modo ameno, directo y llano. No siempre se logra, ya sea porque el público no pasa de un nivel escolar que asiste más por llenar espacio a solicitud de sus maestros, o porque los presentadores preparan introducciones que convierten a los escritores en héroes y a su libro en un laberinto de elevados e inasequibles conceptos.

René y Ramón a veces se marchan con la alforja vacía. Su inicial intención de adentrar, y divertir, al lector en el juego y sus claves que suelen ser estos cuentos queda imposibilitada de realizarse. Pero la experiencia, de popularizarse con otros autores y ampliarse su incidencia, repara la consabida relegación de las localidades del interior y promueve la lectura del libro en cuestión.

En Moca, la actividad ocurrió en domingo, en la modesta biblioteca de la Asociación Mocana de Ahorros y Préstamos, frente a la iglesia. Más público había en la misa matutina, que el que se acomodó en la sala. Persio Pérez, miembro del anfitrión grupo literario Rincón del Arte, leyó las semblanzas de los autores. Un texto grandilocuente que convirtió a Ramón en un aguerrido francomacorisano y a René en un predestinado constancero. Pérez fue reiterativo al proclamar la ausencia de apoyo hacia la cultura de parte del sector comercial de esta comunidad.

Luego, Eugenio Camacho comentó Probablemente es virgen, todavía. Mejor aún, hilvanó sobre el arte de elaborar cuentos, la relación del escritor con sus criaturas y el tríptico que explica el libro: lenguaje-mito-cotidianidad. En medio, las ya muy conocidas musas referencias del dúo: Julia y Olga.

Finalmente, el crítico Bruno Rosario Candelier valoró la presencia de ambos representantes de la Generación de los 80 en las provincias “porque la obligación de un escritor es proyectarse él y su obra”. Prosiguió con una clarificación de los rasgos que han destacado a esa promoción en las letras dominicanas, de los que no escapan René y Ramón: expresión de elementos de la cotidianidad, captación de seres incardinados a una situación social y desgarrados espiritualmente, limpieza estilística y luminosidad en el lenguaje, “propia de escritores veteranos”, narración basada no en los hechos sino en la reacción que tales hechos provocan en la siquis de los personajes. Quedan así convertidos en narradores de la modernidad.

RUTH HERRERA, PERIODISTA. (Rumbo Agosto de 1994.)