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“…podría ascender mentalmente de jaguar en jaguar hasta llegar a aquél que nos incluye a todos”, dice Julio Cortázar respecto de los mitos y realidades que rodean al hombre urbano de hoy. Eso hace René Rodríguez Soriano en Muestra Gratis, libro que acaba de quitarle al autor sus últimas hojas de campesino de Constanza. Abre un nuevo ciclo en su práctica poética y cierra el que empezó conRaíces con dos comienzos y un final (1977-81), donde era un desfacedor de entuertos gramático-normativos y nostálgicos de su pueblo natal; siguió con Textos destetados a destiempo con sabor de tiempo y de canción (1979), que es un libro de tránsito, tanto en lo temático como en lo verbal; y termina en Canciones rosa para una niña gris metal (1983), donde se interna en sí mismo a través de las canciones de antaño y el resonar de retruécanos formales.

En Muestra gratis se abre otro camino, más vital, más cercano al lector, dejándole huellas en su psiquis. Este nuevo René es un indicador de situaciones y aspiraciones que a diario pasan por la vida del espectador, quien sólo las ve cuando el escritor las señala. Así, desfilan “los grandes jaguares” que René Rodríguez Soriano maneja con verdadera maestría y con la persistencia de Penélope, logrando un hilar de placer y goce en todo lector sensible. Texto quiere decir tejido, y Muestra gratis es un entretejido en el que el Ser del lector, como sujeto, “se deshace en él como una araña que se disuelve en las segregaciones constructivas de su telar”, como diría Roland Barthes, de modo que cada lector se toma las píldoras de este recetario para matarse a sí mismo a través de la eliminación de los jaguares cotidianos íntimos que hacen su yo de hoy, en un psicosomático proceso en que el lector se reconstruye con una cura para dejar de ser cura.

JUAN FREDDY ARMANDO, ESCRITOR. Santo Domingo, 1986.