El Dúo Dinámico De La Literatura Dominicana Al Ataque

René Rodríguez Soriano y Ramón Tejada Holguín, o Ramón Tejada Holguín y René Rodríguez Soriano, o mejor, Ramón Rodríguez Soriano y René Tejada Holguín. En fin, René Ramón Tejada Rodríguez Soriano y Holguín, autores de una Blasfemia angelical.

Cualquiera de las fórmulas escritas en el párrafo anterior son posibles. Son variables ajustadas –muchas veces– a las pretensiones de una literatura a dúo y sin aparentes fisuras. Algo inusual en los tiempos que corren.

Ambos escritores pertenecen a esa fascinante y agridulce generación perdida de los 80.

René Rodríguez Soriano, escritor y publicista. Aparenta un aire de baloncestista retirado en buena lid. Su beatlemanía es atávica, y su admiración por el tío Cortázar es proverbial.

Ramón Tejada Holguín, escritor, sociólogo, aficionado al rock sinfónico de Yes, Jethro Tull y Emerson Like and Palmer (con cuenta pendiente con Closet o the Edge desde hace 15 años). Su imagen semeja a la de un monje medieval atrapado a media base con las manos en la misma masa.

El libro

Algunos de los temas que recrea esta Blasfemia pertenecen a la tropical tragicomedia de la literatura dominicana: sus humildades fingidas, los desgarramientos existenciales de las nuevas generaciones literarias, lo absurdo –cotidiano de esta isla en tránsito. Blasfemia angelical es mofarse con saco y corbata, celular y modem integrado de los pontífices y los elefantitos blancos que pueblan la Gran Literatura Dominicana.

René Rodríguez Soriano expresa que el libro procura ser un plan de fuga o de evasión: “La gente necesita huir de la chata y plana realidad que lo empalaga a diario”. Uno diría que es masificar la literatura sin que pierda su sustancia. Que la cantidad no le reste calidad. Que la médula de la ficción no pierda lo lúdico.

Pero el coautor de Probablemente es virgen, todavía tiene sus propios criterios, y aclara: “Por lo tanto, la gente demanda un plan de evasión. Lo que no significa necesariamente banalización o chabacanería”.

Ramón Tejada Holguín explica, en pocas palabras que, la idea es “darle un poco de perejil a lo que aconteces, a lo que se escribe y a lo que se vive”. Blasfemia angelical, es un texto para leerse en el fin de semana… preferiblemente a la roca o con cola, pero sin limón.

JOSÉ A. ALMÁNZAR, PERIODISTA. (Revista. Hoy 19 de agosto de 1995)